El centro histórico de Oporto no es especialmente extenso, por lo que es muy fácil recorrer la ciudad a pie. Sólo hay que tener en cuenta que hay algunas zonas que pueden resultar un poco laberínticas, con calles estrechas no siempre demasiado rectas, por lo que puede ser más fácil perderse. En ese caso, siempre se pueden tener como punto de referencia la Avenida de los Aliados, desde donde resulta bastante fácil llegar a la mayor parte de la ciudad, sea a pie o en transporte público. Otra cosa es desplazarse desde el centro hasta la Foz o algunas zonas de la Avenida de Boavista, en cuyo caso es bastante mejor coger el autobús.
El centro de Oporto está formado, en su mayoría, por calles muy estrechas, por lo que atravesarlo en hora punta en coche particular o autobús puede ser desesperante debido a los atascos que se forman. Sin embargo, en la zona más moderna el tráfico es bastante más fluido. Si alguien lleva el coche particular en su viaje y quiere utilizarlo para hacer excursiones, quizá debería buscar aparcamiento cerca de alguna calle amplia o bien comunicada con las salidas de la ciudad, evitando –a ser posible- la zona más cercana a la Avenida de los Aliados.
Metro
El tráfico caótico de Oporto tiene una alternativa desde el año 2002 con el moderno Metro, que permite desplazarse por la ciudad de manera rápida y cómoda. La parte que recorre el centro de la ciudad va, mayoritariamente, bajo tierra; mientras la que conecta con barrios periféricos y localidades cercanas, circula por la superficie. Por el momento, dispone de cinco líneas construidas, aunque cuatro de ellas hacen más bien funciones de enlace entre localidades cercanas y el centro de la ciudad, por lo que funcionan más como trenes de cercanías que como metro urbano.
Dentro de la ciudad, eso sí, hay dos trayectos fundamentales: uno que va de este a oeste –desde el Estadio do Dragao hasta Senhora da Hora- y que comparten cuatro de las líneas;y otro que va de norte a sur, atravesando todo el centro turístico. Ambas líneas se cruzan en la estación de Trindade.
La línea E del metro conecta también el centro de la ciudad con el aeropuerto Sá Carneiro en aproximadamente una media hora. Hay también varias líneas de autobús que conectan diversos puntos de Oporto con el aeropuerto. Las más céntricas salen de Cordoaria.
Billetes
Para acceder al metro o a los autobuses urbanos, hay que comprar –por 0,50 euros- una tarjeta de recarga llamada Andante en la que se van recargando los títulos de viaje según queramos utilizarlos. Dependiendo del destino, se cargará un precio por un número de zonas u otro. No se puede cargar un billete Andante con dos billetes para dos zonas distintas, pero sí con varios para una misma zona y es obligatorio pasarlo frente al lector de validación antes de empezar el viaje.
También es una muy buena opción cargar el billete Andante con un billete de 24 horas, que por menos de cuatro euros permite moverse ilimitadamente por la ciudad de Oporto –para más zonas, el precio es algo mayor-, combinando Metro, autobuses y otros transportes que pueden ser más o menos turísticos como el Funicular dos Guindais o alguno de los escasos tranvías, más turísticos que realmente útiles, que siguen circulando por la ciudad.
Taxis
Los taxis no son demasiado caros y pueden ser una de las mejores opciones para moverse en la ciudad por la noche.
Cercanías y autobuses interurbanos
Por su parte, para salir de Oporto y moverse por destinos cercanos, el tren de cercanías es muy buena opción. Las líneas de cercanías a ciudades como Braga o Guimaraes, tienen salida en la estación de Sao Bento y parada en la principal de Campanha.
Los autobuses, sin embargo, están algo peor organizados. La mayor parte de los que se mueven entre ciudades de Portugal, los de Rede Expressos, salen de un pequeño garaje (yo no lo calificaría siquiera como estación) de la calle Alexandre Herculano, cerca de la plaza de Batalha, en una ubicación bastante céntrica. Otras empresas de autobuses tienen salida en diferentes puntos de la ciudad e, incluso, los autobuses que llegan del extranjero suelen parar en Plaza da Galiza.